Reseña: Hotarubi no Mori e

Takegawa Hotaru es una niña de seis años que viaja a un pequeño pueblo todos los veranos para visitar a sus abuelos. Un día, Hotaru se pierde en un bosque habitado por un espíritu de la montaña y así como por yōkais, demonios del folclore japonés. Incapaz de encontrar el camino de regreso, Hotaru llora desconsolada y atrae la atención de un espíritu llamado Gin, quien usa una máscara de zorro para ocultar su rostro. Gin le ayuda a salir del bosque no sin antes advertirle que no puede tocarlo o desaparecerá para siempre. Curiosa y agradecida, Hotaru promete regresar al día siguiente con un regalo para él.

Sin prestar atención a las palabras de advertencia sobre lo peligroso de su cercanía, y a pesar de las limitaciones durante sus interacciones, Hotaru y Gin se convierte en amigos más cercanos a medida que transcurre el tiempo y ella lo visita cada verano. Sin embargo, su relación y determinación se ponen a prueba cuando sus sentimientos cambian y el amor creciente que experimentan entra en conflicto con la única regla.

• Director: Omori Takahiro
• Estudio: Brains Base
• Demografía: Shoujo
• Género: Drama, Romance, Sobrenatural.
• Tipo: Película
• Episodios: 1
• Año: 2011

Hotarubi no mori e es la adaptación del manga homónimo de Midorikawa Yuki, la mente maestra detrás de Natsume Yuujinchou, Akaku Saku Koe y Atsui Hibi, todas publicadas en la revista LaLa y LaLa DX.

Omori Takahiro dirigió la película, añadiendo otro éxito a una lista que contiene animes como Baccano!, Kuragehime, Samurai Flamenco, Jigoku Shoujo, Koi Kaze, y Durarara!!, Natsume Yuujinchou y sus respectivas secuelas.

Morikawa Eiko fue el encargado de los efectos de sonido. Desempeñó el mismo rol en Ao no Exorcist, Senyuu, Hyouka, Suzumiya Haruhi no Yuuutsu (2009), Hibike! Euphonium, Nichijou, Kanon (2006), Kotonoha no Niwa, Moyashimon y la recientemente estrenada Kimi no Na wa. El director de fotografía, Tamura Jin, trabajó en Kuragehime, Kiznaiver, Zankyou no Terror, Natsume Yuujinchou y Durarara!!x2 Shou, Durarara!!x2 Ten y Durarara!!x2 Ketsu.

La música estuvo a cargo de Yoshimori Makoto. Entre sus participaciones se puede destacar a Baccano!, Kuragehime, Natsume Yuujinchou, Durarara!!, Gakuen Alice y Koi Kaze.

En comparación a otros géneros, el romance me ha producido la mayor cantidad de decepciones. Desde hace mucho que perdí la paciencia y ya no soy tan tolerante como antaño cuando me encuentro cara a cara con una historia que tiene sobrados tópicos repetitivos y, para más inri, absurdos y denigrantes. Infortunadamente, también perdí la esperanza y mis expectativas con la mayoría de los romances están por los suelos. Esto puede considerarse tanto como algo bueno como malo.

He meditado al respecto y llegué a la conclusión de que es algo bueno porque si no esperas una obra maestra el resultado final no te decepcionará, no importa qué tan desastroso sea. Y en esos maravillosos casos donde una historia es estupenda, entonces la sorpresa y satisfacción sube hasta niveles estratosféricos. Y es algo malo porque mis reticencias han impedido que me reúna a buen tiempo con animaciones y mangas que realmente merecían mi atención desde hace mucho tiempo.

Esto último fue lo que sucedió con Hotarubi no Mori e. Por internet rondan muchos comentarios positivos acerca del anime (y el manga) y, con mis antecedentes, eso suele significar que el producto final va a decepcionarme porque, queriendo o sin querer, mis expectativas han alzado vuelo. Decida a enfrentar lo inevitable, finalmente vi la película.

Y me reprocho tanto a mí misma por no haberla visto antes porque merece totalmente la pena.

En la simplicidad está la belleza.

Hotarubi no Mori e es un película de anime de corta duración -45 minutos, ni más ni menos- enfocada principalmente –aunque lo más correcto sería decir ‘únicamente’- en dos personajes: Gin y Hotaru. ¿Cómo una historia que se restringe al mínimo puede sobresalir de manera positiva? Encandilando a una audiencia con un relato simple, pero atrayente.

A través de la cotidianidad que rodea a la protagonista desde su infancia hasta su adolescencia, Hotarubi no Mori e nos embarca en la aventura que supone su relación con Gin y cómo ésta conmuta, atravesando por una etapa de simple curiosidad, para después desencadenar en una amistad sincera y, finalmente, en un agridulce primer amor que se ve imposibilitado por las circunstancias.

La premisa no es nada excepcional o único -antes o después, ya han transitado historias con una base semejante- y puede sonar pretenciosa para algunos porque ambiciona narrar una historia de amor prohibido que se construye en el transcurso del tiempo. No puedo negar que la incertidumbre es comprensible, pues si consideramos la extensión de la película, es difícil imaginar que el resultado final será digno de alabanzas. Especialmente si tenemos en cuenta que, en la mayoría de las producciones, se juega con muchos más personajes para que puedan sobrellevar el peso de la historia con éxito.

Encumbrar cualquier anime o manga con un limitado elenco requiere, primero, de una trama atractiva, ambiciosa y cualificada, y, segundo, de un desarrollo lógico considerando sus lindes. En ése sentido, Hotarubi no Mori e cumple.

En sus 45 minutos, la película nos permite apreciar el acercamiento lento entre Hotaru y Gin, así como el desarrollo de su relación de una forma inteligente y práctica: a través de una secuencia de escenas de corta duración presentadas en flashbacks, Hotarubi no Mori e se enfoca en relatar algunos eventos de algunos veranos mientras que el desarrollo de Hotaru sirve para demarcar el transcurso del tiempo.

La estrategia funciona; infunde un sentimiento de familiaridad y añoranza en los primeros veinte minutos y consigue el beneplácito para los sentimientos que cambian con el tiempo, el amor que reemplaza a la amistad de forma natural. Por desgracia, es en éste punto cuando uno intuye el giro que la historia tomará y el desenlace final no es más una sorpresa, sino una espera predecible. Los amantes trágicos han renacido.

Ya lo mencioné: Hotarubi no Mori e no ofrece una historia verdaderamente original, sino una variación de otras tantas que presentan a un clásico entre clásicos en el shoujo: la pareja sufrida, la relación prohibida.

En la película, Gin y Hotaru encargan el papel que les corresponde. Contra todo pronóstico funciona.

La chica conoce al chico. La chica es humana y el chico es un espíritu del bosque. La chica no puede tocar al chico porque el desaparecerá si lo hace. Ella crece, cambia y madura, mientras que él permanecerá por siempre atrapado en un momento del tiempo. Ella se enamora de él y él se enamora de ella. Pero jamás podrán estar realmente juntos, no importa cuánto lo deseen. Ningún abrazo, ningún beso, ni una sola caricia. Su relación deslinda casi el terreno de lo platónico porque el contacto físico está estrictamente prohibido.

La prohibición en un shoujo que contenga elementos sobrenaturales es requisito fundamental para avivar el drama y las llamas de la injusticia, después de todo son la pareja perfecta y no pueden estar juntos.

Para una película tan corta, la historia consigue consolidar a los personajes, presentando a su vez su relación de una forma creíble e incluso simpática. No se abusa del drama, de hecho, está casi exento en gran parte de la narración, lo que se agradece sinceramente, porque no se puede desperdiciar minutos valiosos en escenas lacrimógenas que arruinarían el ambiente tranquilo que la película se esforzó en crear. Si el cierre me gustó, a pesar de ser predecible, fue precisamente por la carencia de sentimentalismo. Los personajes aceptaron la inevitable realidad, no con resignación, sino con satisfacción. Por fin… Personalmente lo consideró una decisión más que adecuada.

En términos generales, la animación me gusta. Me pareció apropiada considerando la temática de la historia, el mensaje que deseaba transmitir y su temática, bordeando lo romántico, lo cómico y lo dramático, sin excederse nunca en nada. Las tonalidades pasteles estuvieron presentes en casi la totalidad de la película, aunque se permitieron emplear colores más vivos durante la escena del festival, intentando conseguir un efecto más alegre, acorde al ambiente. Lo dije, me gusta, pero creo que habían ciertas cosas que pudieron pulirse, especialmente para una producción tan breve, que requería un impacto visual más fuerte para resaltar y atraer más miradas, que lo necesita.

Hermosa. La música de Hotarubi no Mori e es hermosa.

«Natsu wo Miteita» de Shizuru Ootaka es la pieza encargada de cerrar la historia y lo hace maravillosamente. Sin embargo, nuestro principal acompañante durante la película fue su OST, apropiado para su ambientación, rebotando entre sonidos vivarachos y melancólicos que propiciaron un mejor disfrute del anime.

LO BUENO

Lo he mencionado varias veces, pero una vez más no le hará daño a nadie.

Hotarubi no Mori e llegó con una premisa genérica, pero consiguió atraer las miradas y cautivar a un inmensa audiencia probando, una vez más para los necios -como yo-, que se puede construir una historia interesante a pesar de sus limitaciones de tiempo y de personajes. El final es predecible, sí, pero la película recurre, desde el incio, a las emociones que sus personajes y su historia transmiten al espectador, consiguiendo así que se disfrute inclusive si uno está expectante por lo inevitable y considere que ningún otro cierre es tan apropiado como este.

Ya mencioné que la música me encantó, pero lo volveré a decir: la música me encantó y es uno de los puntos fuertes de la película. Ejerciten el oído, percatarse de esos pequeños detalles, esas suaves melodías en medio de la escena adecuada, mejoran la experiencia.

LO MALO

La duración de la película impidió que pudiésemos conocer a profundidad a los personajes porque el tiempo no permitió que fuesen desarrollados por completo. Esto es un aspecto que involucra también al manga (su fuente original), así que estaba a favor de emplear una alternativa que consiguiese ampliar las fronteras de los personajes, ahondando en cómo funcionaban el resto del año -no solo en verano-, así como en la historia detrás, el pasado que jamás fue revelado a cabalidad. Gin me parece un personaje interesante, así que lamento que, en cierta medida, fue desperdiciado.

Y ya que estamos en ello… añadir un par más de personajes a la mezcla habría potenciado a la pareja protagonista, porque relacionarse con otros posibilita a mostrar más aspectos de su personalidad y, por tanto, a hacer más interesante al individuo. Lo peor es que tenían a la mano opciones: los yōkais pudieron ser secundarios que realmente valiesen la pena ver más tiempo en pantalla.

 ♦ Muy bueno